Es importante elegir bien el recipiente donde se va a cocinar el estofado, debe ser bastante justo para que no tengamos que añadirle agua o caldo en exceso y que luego tengamos que reducirlo mucho.
Cuanto más lento lo hagamos mejor saldrá, mucho tiempo y a temperatura baja.
Suelen estar mejor de un día para otro ya que quedará más ligado.
Lo podemos congelar sin que pierda nada de su sabor, es más , a veces mejora.
Es mejor echarle la sal a media cocción. Si nos hemos pasado de sal lo podemos corregir añadiendo un poco de leche fría.